En 2021, ha sido el año de los NFT y sin duda estos han irrumpido como un arrasador tsunami gigantesco dentro del mundo del arte visual.

Los creadores se dieron cuenta de que podían conectar directamente con sus fans más ávidos en lugar de depender de intermediarios que extraían cantidades masivas de valor de su duro trabajo.

En su evolución actual, eso es lo que representan las NFT: Una línea directa entre el creador y el fan, lo que lleva a una relación más fuerte entre el valor creado y el valor capturado.

Pero sólo hemos visto explotar las NFT en el mundo del arte. Hay creadores en todo el mundo: Escritores, músicos, streamers, video creadores, diseñadores, artistas, etc.

Todos ellos pueden beneficiarse de la propiedad digital y de las NFT.

Hemos visto despegar algunas de estas plataformas, como Mirror Protocol para escritores, pero gran parte de este potencial aún no se ha aprovechado.

Hoy, en este post quiero investigar el potencial de esta tecnología en uno de los sectores de artistas más castigados en los últimos tiempos, los músicos y creadores musicales y cómo el mundo de los NFT de música abren nuevos caminos de posibilidades infinitas.

Una luz de esperanza para el mundo de la música

Está surgiendo un nuevo sector de NFT. Uno que plantea un mayor potencial de adopción por parte de la población en general.

Los NFT de música son archivos de audio coleccionables.

Dan a los aficionados la oportunidad de interactuar con sus artistas de una forma innovadora y nunca posible hasta el nacimiento de la web 3.0, no solo coleccionando las canciones que les gustan, si no participando en la aventura musical de sus artistas favoritos e incluso compartiendo los beneficios de su trabajo.

Coleccionar música no es algo nuevo, pero sí lo es coleccionar música en la era de la propiedad digital.

De la misma manera que coleccionamos vinilos, grabamos CDs o hacemos listas de reproducción, los NFTs de música ofrecen un nuevo medio para curar tu gusto con la exposición del trabajo creativo subyacente y su creador. En el mundo tradicional, los objetos de colección de música representan un mercado de más de 5.000 millones de dólares. En el mundo digital, el cielo es el límite.

En este artículo, exploraremos la creciente tendencia de las NFT de música, y examinaremos de cerca este nuevo modelo para la próxima generación de artistas independientes.

Un nuevo modelo de monetización

Las NFT musicales son un nuevo modelo de monetización para los artistas.

En esencia, las NFT de música son simplemente objetos digitales de colección. No conllevan derechos de propiedad inherentes y simplemente existen como un activo que puede ser comprado y vendido por un coleccionista.

Aunque estos NFT se pueden combinar fácilmente con estrategias de DAO para financiar campañas y soportes de artistas que pueden recompensarte a su vez con parte de los futuros beneficios.

Con estas estrategias artistas independientes están consiguiendo recaudaciones muy importantes y apoyo financiero para sus proyectos.

Hay plataformas como Royal que exploran las NFT de música con derechos de autor, pero para este artículo, nos centraremos estrictamente en las NFT de música como objetos de colección.

En un mundo dominado en gran medida por el streaming y las giras, las NFT musicales ofrecen a los artistas una ventaja al crear una comunidad de superfans deseosos de coleccionar las escasas representaciones digitales de la obra.

Los coleccionables ofrecen el mecanismo de monetización más directo y sencillo, dada la falta de obstáculos normativos en que se incurre cuando los artistas poseen el 100% de sus derechos.

Para los que no estén familiarizados, las plataformas tradicionales de streaming como Spotify pagan unos 3.700 dólares por millón de streams.

Por el contrario, las NFT de música se venden por miles de dólares, lo que supone un argumento de peso para afirmar que crear una comunidad en web3 es más ventajoso que jugar al juego de los números en Spotify.

Mientras que las ventas de NFT de música pueden depender en gran medida del estado macro de las criptomonedas, los beneficios de una base de coleccionistas dedicados de superfans son válidos en cualquier condición del mercado. Es el modelo de monetización directa para aprovechar los 100 verdaderos fans de un artista.

No es necesario ser una estrella del pop para ganarse la vida: las NFT de música permiten maximizar el potencial de ganancias con sólo unos pocos fans dedicados. Son la base de las DAOs de creadores y el primer paso hacia las microeconomías musicales.

Web 2.0 vs Web 3.0. ¿El tamaño importa?

Para los artistas que publican NFT musicales, es necesario atender a ambas partes.

Mientras que los artistas de web3 están teniendo éxito financiero, tener una huella creciente en web2 también es importante.

La web 3.0 te permite centrarte en la calidad de tus fans. La web 2.0 te permite centrarte en la cantidad de tus fans.

Esta relación para convertir a un nuevo fan de web2 en un nuevo coleccionista de web3 es la mayor oportunidad que tienen los artistas independientes hoy en día.

A medida que pase el tiempo, es de esperar que más artistas exploren lo que significa ser nativo de web3, y que las canciones se publiquen sólo como NFT de música que nunca se distribuyen a los DSP como Spotify o Apple Music.

Un futuro de la mano

Pero no nos olvidemos de las personas que hacen todo esto posible: los fans.

Siguiendo el espíritu de la economía de la propiedad, el futuro de la música ofrecerá a los fans la posibilidad de participar directamente en los beneficios de los proyectos que apoyan.

Financiación comunitaria.

Al igual que la minería de liquidez se utiliza para obtener capital para los proyectos de DeFi, es muy probable que las comunidades se unan para aportar capital de trabajo a artistas y músicos.

Esto comienza con la aportación de cuántas copias de una obra debe lanzar un artista, y rápidamente evoluciona hacia la propiedad compartida de los ingresos generados por esa obra.

Influencia de los primeros!

Estos efectos se agravan cuando permitimos a los fans apostar por sus artistas y temas favoritos para impulsar su exposición. A cambio, ganan una parte de los futuros derechos de autor. Podemos imaginarnos un sistema en el que ser «precoz» en un acto que ahora es viral ya no es sólo una flexión social, sino una acción demostrable en la cadena que conlleva beneficios financieros directos.

Y, además, tal vez también se ganen algunos tokens sociales. Todo lo que sé es que una vez que el volante de poder ganar con la música que promocionas y «posees», no hay vuelta atrás.

Plataformas de colección de NFT musicales.

– Catalog

Una de las herramientas destacadas en este nuevo mundo es Catalog, una tienda de discos digitales que permite a los artistas lanzar pistas completas como NFTs a través de un mercado abierto de música.

El catálogo es un mercado de NFT de música 1/1.

Al igual que SuperRare o Foundation, todos los NFT se acuñan como obras 1/1, lo que significa que nunca se acuñará otra copia de esa canción (en teoría). Construido sobre el protocolo Zora, Catalog fue el primer mercado diseñado específicamente para coleccionar audio.

Hasta la fecha, Catalog ha tenido un volumen de ventas de más de 2 millones de dólares, con un precio medio de venta de 3.707 dólares.

A continuación puedes ver a los artistas que más venden en Catalog y su comparación con los ingresos estimados en Spotify, basados en los 3.700 dólares por millón de streams (o 0,0037 dólares por stream).

Poco más que añadir, señorías! 😉

– Sound.xyz

Sound es un mercado de NFT de música que ofrece ediciones en lugar de 1/1.

Cada lanzamiento cuenta con una fiesta de escucha en la que los coleccionistas escuchan la pista completa y luego proceden a recoger un NFT con la posibilidad de dejar un comentario sobre la pista.

Los coleccionistas aparecen en una pestaña de Audiencia, lo que les da protagonismo y el derecho a ser destacados por ser tempranos. Cuando un NFT de sonido se vende en el mercado secundario, también lo hacen los derechos de ese espacio de comentarios.

Con 30 ventas (sold-out) consecutivas, todos los NFT de sonido han tenido un precio base de 0,1 ETH. Esto se traduce en que cada Sound NFT representa 75.000 streams de Spotify y cada venta vale más de 1,8 millones de streams totales en las 25 ediciones estándar.

También cabe destacar que Daniel Allan lanzó una edición de 100 para su EP Overstimulated, agotando todas ellas en un minuto y aportando 10 ETH en ingresos. Como referencia, el EP recién lanzado sólo ha generado 444 dólares hasta ahora en ganancias estimadas de Spotify.

Además de las ventas primarias, los volúmenes secundarios han ido aumentando y generando cada vez más ingresos para cada artista.

Si quiere profundizar en los datos del mercado en tiempo real aquí tiene más información: https://dune.xyz/0xnative/Sound-Music-NFTs

Mirando al futuro

Imagina poder apostar por tu artista favorito al principio de su carrera.

Con las NFT de música, este futuro no está muy lejos.

Mientras que hoy estamos explorando los medios para coleccionar música, es inevitable que este ciclo conduzca a una economía DAO en toda regla en la que los artistas destinen un porcentaje de todas las ventas a una tesorería dirigida por la comunidad.

Y si aún no lo has entendido, los tesoros de la comunidad suelen dar lugar a tokens.

Si nos fijamos en los primeros ejemplos, como el de Daniel Allan y su PE Overstimulated, deberíamos esperar ver muchos más DAOs de artistas en un futuro próximo.

Para estar al día de las tendencias e investigaciones sobre los NFT musicales, sigue de cerca Water & Music y NFTNow.

Conclusión Final

Las piezas del puzzle están todas ahí. Ahora es el momento de unirlas.

Me gustaría aprovechar este momento para hacer una invitación abierta a todos los que construyen un futuro mejor para la música utilizando web3.0.

Este sector tiene infinitas aplicaciones potenciales, y se está filtrando rápidamente en todas las conversaciones entre gestores, sellos y artistas por igual.

A los que están aquí tan temprano, les felicito por su compromiso con la innovación.

Ya es hora de que la música se valore en su justa medida y depende de nosotros que así sea.

Hasta entonces, mantened el hambre y recordad que el mejor momento para iniciar vuestra propia economía de creadores es hoy.